El jueves 26 de junio, ante una concurrencia de más de un millar de personas que repletaba la Iglesia Catedral de Quito, Mons. Juan Larrea, Arzobispo Emérito de Guayaquil, presidió una solemne concelebración eucarística para conmemorar la fiesta litúrgica de San Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei.

En su homilía, Mons. Larrea señaló que “San Josemaría trajo, por inspiración de Dios, este mensaje renovador: ‘Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto’. Todos estamos llamados a vivir la caridad de Cristo que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones y respondiendo generosamente a este amor divino, podemos y debemos unirnos de tal modo a Cristo, que sea Él quien viva en nosotros y nos convierta en otros Cristos, en Él mismo, para que continúe actuando a través de sus miembros que somos los bautizados”.

Más adelante el Arzobispo Emérito de Guayaquil agregó que “la canonización de San Josemaría, hace un año, con la presencia piadosa de un medio millón de fieles en Roma, significó una aprobación más del mensaje de San Josemaría, destacado clara y precisamente por Su Santidad Juan Pablo II en la homilía de aquel 6 de octubre de 2002. Fue al mismo tiempo una aprobación más de la formula jurídica ansiada por el Fundador, y confirmada por la máxima autoridad de la Iglesia, como Prelatura personal, en la que se articulan orgánicamente los fieles clérigos y laicos que, asumen plenamente sus compromisos bautismales y se comprometen a extender en el mundo el afán de santidad mediante el cumplimiento de los deberes ordinarios de la vida corriente, en medio del mundo”.

Paralelamente, se celebraron Misas en Honor de San Josemaría en la Catedral de Guayaquil –celebrada por el Vicario General, Monseñor Roberto Pazmiño-, en la Iglesia Rectoral de San Josemaría en Samborondón –celebrada por su Rector, Padre Luis Martínez de Velasco- y en la Catedral de Ibarra, celebrada ante un centenar y medio de fieles por el Rector del Seminario de la diócesis, Padre Danilo Echeverría.