El fútbol y mis encuentros con amigos en Guayaquil

Formación en valores para matrimonios gracias a un denominador común, el fútbol.

Matrimonios que se reúnen para recibir formación

En el año 2020, luego de pasar la pandemia, cuando comencé a frecuentar medios de formación del Opus Dei en Guayaquil, me di cuenta de que los amigos con los que más compartía estaban casados. En cada almuerzo iban comentando sus historias de toda índole, desde ocupaciones en el trabajo, hasta las múltiples actividades que tienen los fines de semana con los hijos. Ahí me surgió la idea de poder reunirlos para intentar ayudar, con formación en valores que les sirviera de apoyo en la crianza de sus hijos y en su relación matrimonial. Pero claro, la principal duda era ¿cómo hacer atractiva estas invitaciones a mis amigos?

Vender la idea de tener un grupo de formación para matrimonios, en el que un sacerdote y un laico llevan temas de valores, sacramentos y algo de catecismo, para las esposas resulta muy atrayente; en cambio, para los esposos faltaba ese enganche. Un buen día, en una reunión de amigos en casa de Estéfano y Daniela, me di cuenta de que el tema de conversación era el fútbol, inclusive con las mujeres, para mi sorpresa, pues creía que ese tema les aburría. Recordé esa frase que dice que hay que buscar un denominador común; además, la mayoría de mis amigos son padres de familia de los colegios Torremar y Delta, con lo cual la integración era más sencilla. Ya sabemos que hablar de fútbol es un tema que apasiona: no sólo pasa en Guayaquil sino a nivel mundial. Cuando uno se reúne con amigos siempre se debe saber en qué puesto de la tabla se encuentra el ídolo de Guayaquil, que para muchos es Barcelona; para otros, está el Emelec su archirrival: equipos que juegan el clásico más importante de la provincia del Guayas.

El inicio

Al día siguiente de la reunión me contacté con Daniela y Estéfano, para proponerles el plan de juntarnos una vez al mes con los amigos, para dar una formación en valores cristianos a los matrimonios jóvenes vinculados con los colegios. El esquema era simple, llevar un tema para que lo exponga un sacerdote y luego se comparten opiniones entre todos y se tocan iniciativas de interés. Evidentemente el fútbol es la excusa precisa para reunirnos y los campeonatos de padres de familia de los colegios hacen más fácil la tarea de tener temas de conversación.

Algunos matrimonios junto al Padre Paulino

El primer grupo comenzó con 5 matrimonios: Juan y Rosanna; Roberto y Yudafin; Abdón y Gabriela; Marco y María José y el matrimonio cofundador Estéfano y Daniela. La primera reunión fue en mi casa, recuerdo que Juan no quería venir porque me decía que ya en el colegio (15 años atrás), les habían dado muchas charlas de formación y que no hacía falta ir. Al final la esposa lo convenció, fue y salió encantado del plan.

Formación para el espíritu y la familia

El tema que se propone en cada sesión, se relaciona con la temática del mes, por ejemplo, en Mayo se habla sobre la Virgen Maria, noviembre de las almas del purgatorio, comunión de los santos y además de algún tema de actualidad, como el tiempo que cada uno invierte en las redes sociales, la poca actividad física de los niños, horarios de fiestitas, el uso de celulares y tabletas a temprana edad, etc., siempre se conversa con mucha naturalidad, con total flexibilidad para que haya tiempo para preguntas y que se convierta en un conversatorio con total libertad. De esta manera se puede conseguir entre todos un círculo de confianza del que todos aprendemos mucho. Saber que los retos de un matrimonio, es algo que les pasa a otros, ayuda a ver la vida con más esperanza y a saber que no importan las dificultades, con ayuda de buenos amigos se pueden superar.

La cita es a las 19:30 horas, puede demorar una hora la explicación del tema, y ya luego hacemos piqueos de comida y un vino en el comedor o en la misma sala de manera informal. En el momento de la tertulia se crean esos vínculos de amistad, evidentemente salta el tema del campeonato de futbol que están jugando los padres de familia. Por lo general las reuniones son los lunes o jueves y duran de 2 o 3 horas.

Con este formato de un tema y una reunión mensual, al poco tiempo con Estéfano y Daniela formamos otro grupo nuevo; lo llamamos, el grupo segundo, ahí intervinieron Marco y Daniela, Pablo y Manana, Frank y Melisa, Rodolfo y Amalia. Se tiene el mismo plan, aunque en este grupo Pablo toca guitarra y eso hace que el foco se le quite al futbol y se le pase a las canciones.

Crecimos

Cuando iniciamos en el año 2021 eran 8 matrimonios, luego Juan y Rossana integrantes del primer grupo, ayudaron a formar el grupo tercero; en ese se integraron 5 parejas más. Con este tercer grupo son ya 24 matrimonios que se reúnen para hablar, compartir, pero sobre todo para formarse en muchos aspectos de la vida, también la fe.



Desde el año pasado incluimos la opción de hacer actividades en el Club juvenil Tornero: es un sitio para que chicos del colegio Torremar y de otros colegios de la ciudad, acudan a recibir formación en valores, orientado por la prelatura del Opus Dei. El 2022 celebramos la misa por Navidad con las familias, estuvimos alrededor de 90 personas; esta oportunidad ayuda a que los niños conozcan las actividades del club. La iniciativa aumenta día a día. Las reuniones se hacen en salones de los colegios, en alguna casa de familia. Ya es una cita concreta. Esta Navidad, como crecimos mucho, ya no cabemos en el oratorio del centro Tornero, por lo que hicimos la misa de Navidad en la Iglesia San Josemaría.

Unidos para ayudar a los demás

El fútbol ha servido para tener esas conversaciones de familia, que han sido muy útiles para todos. Como una manera de agradecer esta oportunidad, hemos querido promover alguna actividad con familias de escasos recursos, pero nos planteamos que no queríamos centrarnos en entregar un muñeco, un dulce o un regalo a los niños por Navidad, sino que debíamos pensar en ayudar en tareas que a largo plazo fueran más útiles, como arreglar un baño, una escuela, un camino, cortar maleza, ayudar a damnificados de los inviernos u otras calamidades. Así lo venimos haciendo los últimos tres años y a esta acción solidaria se han integrado unas 36 familias.

Los padres, además, invitan a sus familiares, amigos y conocidos a diversos medios de formación que imparte el Opus Dei en Guayaquil como los círculos, los retiros y las convivencias.

Pero sobre todo estas reuniones son motivo para creer en los hijos, amarlos, respetarlos y ayudarlos también en su crecimiento espiritual tal como lo recomendó San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.