Un dispensario médico en Cotocollao

Centenares de personas provenientes de Mena del Hierro, Pisulí o Jaime Roldós (sectores marginales de las faldas septentrionales del volcán Pichincha, Quito) acuden cada semana a la Fundación AFAC, en Cotocollao para recibir consulta médica, adquirir medicamentos y vestuario a precios asequibles, participar en talleres de capacitación, y asistir a clases de doctrina cristiana. Y en el último año 400 niños han venido al mundo allí.

Maternidad

  Hace 13 años

La Fundación AFAC nació en 1994 para atender a pacientes de los barrios más desprotegidos del noroccidente de Quito, zonas de asentamiento no planificado, carentes de servicios básicos, y edificadas con casitas de una sola habitación y sin instalaciones sanitarias. Entre el grupo de las fundadoras de AFAC (María Gracia de Fernández, Rosario de Jáuregui, Carmen Delgado, Raquel Eguiguren, etc.) había varias mujeres de la Prelatura del Opus Dei, así como otras personas, que conocían desde antes las necesidades de los pobladores de las faldas septentrionales del Pichincha. 

La sede actual se consiguió ese mismo año y poco a poco fueron llegando los primeros pacientes, en especial mujeres jóvenes en proceso de gestación. La problemática social, económica y moral de las futuras madres inspiró la implementación en AFAC de cursos de capacitación sanitaria, orientación cristiana y acompañamiento en todo el proceso materno-infantil. 

Ultrasonido

  Más servicios 

En 1996 el dispensario amplió sus servicios, al establecer una farmacia que vende fármacos a precios asequibles para las familias. También se abrió por esa época una venta de ropa usada a precios igualmente económicos. 

Dermatología

En el 2006 AFAC inauguró una zona hospitalaria y un quirófano, lo que permite internar y atender de modo más completo a las mujeres que van a dar a luz. Desde entonces, los médicos tratantes atienden en AFAC las 24 horas del día y cuatrocientos niños han nacido en la flamante maternidad. Para esta transformación del AFAC en un pequeño hospital, se contó con la ayuda de la fundación europea Manos Unidas. 

 Habla la directora 

Raquel Eguiguren, directora de AFAC, señala que al fundar AFAC “no sólo deseábamos brindar un servicio médico a personas necesitadas. Nos movía, sobre todo, el deseo de poner en práctica algo que San Josemaría resume muy bien en el punto 228 de Surco: ‘Hace falta volver a meter a Cristo entre los pobres y entre los humildes: precisamente entre ellos es donde más a gusto se encuentra”.

 

¿Qué relación tiene el AFAC con la Prelatura del Opus Dei? 

Ninguna. El AFAC ha surgido como una iniciativa personal de un grupo de mujeres que sienten la necesidad de ir en ayuda de personas muy necesitadas de una zona de su ciudad, y las autoridades de la Prelatura no tienen injerencia ninguna en el trabajo que ellas desarrollan. Sin embargo, es indudable que -en buena medida- esa inquietud por los más pobres ha nacido en sus corazones gracias a la formación que muchas de ellas han recibido en la Prelatura del Opus Dei. Es justamente lo que San Josemaría preveía desde la fundación del Opus Dei: una movilización de cristianos que van transformando la vida de su entorno gracias a la iniciativa libre y responsable con la que responden a las exigencias impostergables de su fe. 

¿Perciben los pacientes el sentido cristiano que inspira la obra del AFAC?

 Sí. Las pacientes encuentran cariño, comprensión y -para su situación concreta- un consejo cristiano que agradecen. Creo que eso se refleja en lo siguiente: a veces tenemos pacientes de lugares muy lejanos, como Olga, quien llegó hace unos días desde las montañas subtropicales cercanas a Santo Domingo de los Sáchilas, a más de tres horas de viaje en bus desde Quito, para dar a luz a su hijito. O Giselle, quien vino de Amaguaña, o Mariuxi, quien llegó desde Manta. Todas vinieron porque alguien -una pariente, una amiga- fue atendida en el AFAC antes que ellas, y les contó su experiencia de primera mano, recomendándoles venir acá sin importar los sacrificios para llegar. Esto, me parece, es muy significativo. 

Dirección: Bachiller Guevara 66-76 y Lizardo Ruiz 

Teléfono: (+ 593-2) 2596676 

E-mail: funafac@uio.satnet.net